Si ya se les había permitido a los artistas liberar su
creatividad, en esta época estallaron todas las mentes creativas aunque en ese
momento fueron titulados como burdos. Estos artistas combinaban excentricidades:
unían partes de animales con humanos, extendían extremidades que sostenían sus
cabezas, utilizaban monstruos como las gárgolas vistas en el estilo gótico o
transformaban en hojas las patas de un caballo y se atrevieron a desafiar la
gravedad, la razón y lo racional.
Este movimiento prosiguió del manierismo, pero su base de
inspiración se dice que provino de las pinturas de las cuevas que fueron descubiertas,
no exactamente cuevas, sino a ese tipo de hallazgos arqueológicos del momento como Pompeya,
la Domus Aurea, los termos de Tito en Roma, etc.
El arte grutesco a pesar de ser bastante discriminado por muchas personas que consideraban esta tendencia como una pérdida de tiempo y algo invaluable (no en el buen sentido), llegó a expandirse en grandes cantidades a través de decoraciones pictóricas y arquitectónicas como un arte menor.
Al ser algo muy novedoso para esta época, no podemos descartarlo del todo ya que en el futuro lo retoman como fuente de inspiración el pre-romanticismo, el surrealismo y el expresionismo por ser uno de los movimientos que se atrevió a dar más que el convencionalismo y superó a cualquier imaginación en ese período, ya que la creatividad más descabellada era la más valiosa para quienes practicaban se arte.
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